Jorge Luis Pinto admite el momento tormentoso que vive con Honduras en la eliminatoria mundialista de la Concacaf.
“No estoy bien”, declaró el colombiano sin pena.
Pero el artífice de la sensacional campaña de Costa Rica en el pasado Mundial de Brasil se resiste a tirar la toalla y convocó a un atacante veterano que lo había cuestionado para que ayude a enderezar las cosas en los decisivos partidos, primero hoy contra Trinidad y Tobago y, luego el martes contra Estados Unidos.
Pinto y Honduras necesitan sumar puntos para mantener en serio sus posibilidades en el hexagonal, que entra a sus cuatro últimas fechas.
Tal como está el panorama, Honduras está en una puja aparte con Panamá por el cuarto lugar que da el pasaje a un repechaje contra un rival de Asia.
Los hondureños están en el quinto lugar de la tabla con cinco puntos, dos menos que los panameños (siete).
Por ello es imperioso para los hondureños sacar los tres puntos en su visita a Trinidad, y luego seguir sumando cuando reciban a Estados Unidos.
Después de su difícil viaje a México, Panamá recibe a Trinidad, que está en el sótano con tres unidades.
“Pese a las dificultades, hay mucha confianza”, afirmó Pinto a la prensa hondureña antes del viaje.
Presionado por las circunstancias, Pinto dejó a un lado las discrepancias y llamó al veterano Carlos Costly, quien se había resistido a jugar por la selección mientras estuviese bajo el mando del colombiano.
El jugador de 35 años es uno de los referentes de la bicolor que se clasificó a Sudáfrica 2010 y a Brasil 2014.
