Bill Clinton, Will Smith y Angelina Jolie fueron algunos de los invitados que asistieron a la inauguración de un museo dedicado al ex boxeador Muhammad Alí en su ciudad natal, Louisville, en Estados Unidos.
Alí, de 63 años, vio cómo se culminó un proyecto que su ciudad inició hace diez años. Mostró su carrera en el ring, y también su vida desde su juventud en un colonia negra hasta que se proclamó campéon del mundo de los pesados; desde que era el baptista Cassius Clay hasta convertirse en el musulmán Muhammad Alí; y desde sus manifestaciones contra la guerra de Vietnam a su activo papel como embajador de la paz mundial.
En el museo se puede contemplar trofeos, cartas de fans, fragmentos de vídeos de sus peleas más importantes y su antiguo Rolls Royce.
El alcalde de Louisville, Jerry Abramson, espera que su ciudad gane encanto internacional gracias al museo.
Pero según afirmó el diario The New York Times, también hay voces discrepantes contra el homenaje al hijo más famoso de la ciudad: "aunque mucha gente le respeta, aún resuena una pregunta: ¿Por qué honramos a ese gandul que se negó a hacer el servicio militar?", se preguntó el profesor de la Universidad de Louisville Tracy E. K'Meyer.
"Siempre ha querido mucho a Louisville", dijo su mujer, Lonnie, que explicó que la leyenda del boxeo se negó a que se estableciera el museo en Nueva York, Las Vegas y Miami y apoyó el proyecto en su ciudad natal.
"Ese es su sueño; hacer el museo en esa ciudad", agregó.

