El pelotero chiricano Jesús El Chucky Barroso culminó su última campaña en los torneos nacionales de béisbol juvenil con una mágica temporada en la que ganó la corona de bateo con promedio de .550 y armó una formidable racha de 21 partidos consecutivos bateando de imparables.
Barroso, un potencial aspirante al premio de Jugador Más Valioso, dio una exhibición en el cajón de bateadores y junto a su paisano Jorge Mendoza arrasó con los títulos individuales de bateo.
El pimentoso campo corto chiricano funcionó como primer bate de su equipo, sonando 22 indiscutibles en 48 turnos al bate.
Fue líder en imparables conectados (22), dominó también los apartados de carreras anotadas (15) y fue colíder en sluggin con promedio de .575.
Mendoza, en un año sensacional, terminó como segundo mejor bateador del torneo con average de .474 (18-38).
El chiricano fue líder en el apartado de empujadas con 17 remolcadas, en sluggin con promedio de .816 y en dobletes (10).

