El presidente de la Federación de Fútbol de Panamá, Ariel Alvarado, escuchó anoche una a una las defensas de las jugadoras del equipo de fútbol femenino, que nos representó en los pasados Juegos Panamericanos de Río de Janeiro, Brasil.
Tras su arribo a Panamá al onceno se le acusó, en un informe técnico, de presunta indisciplina en los Juegos.
La reunión de ayer se desarrolló en las instalaciones de la Federación de Fútbol, ubicadas en el Rommel Fernández.
La primera en entrar, tras una breve reunión entre Alvarado y el presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Femenino, Miguel Bush, fue Raiza Domínguez.
A su salida, Domínguez y Bush cruzaron algunas palabras, pero nada más.
"Por el momento es una amonestación verbal, pero de que viene la sanción viene", aseguró Bush, tras la reunión.
El dirigente deportivo del fútbol femenino también destacó que solo Ciara Vergara, Sumara Samuel y Raiza Romero no están implicadas en los sucesos que se dieron en Río de Janeiro.
Bush explicó que Lineth Benis y Farissa Córdoba ya están sancionadas. "Ambas se quedaron en Brasil sin permiso, pero ellas reconocieron públicamente su error y están arrepentidas", destacó.
Luego de esta reunión la Federación convocará a la junta técnica, que escuchará el informe presentado de Río de Janeiro, más el descargo de cada una de la s jugadoras, para luego tomar una decisión.
Bush dijo que esa reunión podría darse esta misma semana, para comunicar a las jugadoras su posible sanción.

