No fue un domingo cualquiera para Leo Messi, que celebró su partido 300 en la Liga española con el enésimo festival ofensivo de la temporada, sumando una asistencia y tres goles que le permiten situarse a dos tantos de los 28 que lleva Cristiano Ronaldo, una muestra de que 2015 no es un año más para el argentino.
A sus 27 años, el 10 azulgrana vivió ante el Levante, una de sus víctimas favoritas, un dulce tricentenario 10 años y cuatro meses después de que el holandés Frank Rijkaard le diera la alternativa en un derbi contra el Espanyol.
Desde entonces, el rosarino no solo es el máximo goleador de la Liga -269 tantos-, sino que también se ha convertido en el máximo asistente. Y es que con el pase que sirvió ayer en el gol con el que Neymar abrió la lata ante el Levante, el rosarino ha superado al luso Luis Figo como mejor cartero de la Liga de los últimos 25 años (106).
Pasa por un momento dulce el astro argentino, fresco de piernas, rápido en la ejecución y efectivo de cara a portería, a pesar de que por momentos ha aceptado dejar la posición de falso nueve para situarse en la banda derecha, posición en la que empezó a brillar con Rijkaard.
Acompañado por dos escuderos de lujo como Luis Suárez y Neymar, en el que seguramente es el Barcelona más vertical de los últimos años, parece haber recuperado ese plus cualitativo que le permitió llevarse cuatro Balones de Oro de manera consecutiva.
Otro triplete -el vigésimo sexto de su carrera- con el que ya suma 26 goles en 23 jornadas, con una media de más de un gol por partido, situándose a tan solo dos tantos del madridista Cristiano Ronaldo, que en lo que va de 2015 solo ha conseguido anotar tres dianas.
Messi sonríe en un Barça que, jornada tras jornada, se muestra más sólido.
