El ciclista australiano Bradley McGee ganó ayer sábado la séptima etapa del Tour de Francia, a lo largo de 176 kms. entre Bagnols-de l'Orne y Avranches, mientras el favorito estadounidense Lance Armstrong sufría una caída y perdía 27 segundos.
McGee se escapó a 300 metros de la meta junto con el español Pedro Horrillo, a quien pasó al flaquear poco antes de la llegada, incluso dejando que el estonio Jaan Kirsipuu llegase en segundo lugar.
La victoria fue un premio para el equipo del australiano, el FDJeux.com, pues no había ganado una etapa del Tour desde hacía cinco años.
Pero mientras McGee, Kirsipuu y Horrillo estaban disputando la llegada, otras grandes cosas estaban ocurriendo tras de ellos.
Los fuertes vientos provocaron una serie de caídas en el pelotón y en la última, a tres kilómetros de la meta, el tricampeón Lance se vino al suelo, quizás por vez primera desde su primera victoria en el Tour en 1999.
El norteamericano no resultó herido y rápidamente volvió a montar en su bicicleta para seguir al pelotón.
Sin embargo, una caída tan cercana a la meta siempre tiene consecuencias por falta de tiempo para recuperar lo perdido y así Armstrong perdió 27 segundos con respecto al portador de la camiseta amarilla, el español Igor González Galdeano.
Armstrong es ahora octavo en la clasificación general, a 34 segundos del líder.
Esta diferencia puede ser importante si no se reduce en la contrarreloj individual de mañana lunes entre Loriente y Llanester.
