McLaren siempre se preció en toda su historia de tener a los mejores pilotos de la historia de la Fórmula 1. Nunca dudó en juntar a dos estrellas del volante y que entre ellos se jugaran el título. Ahora, con Fernando Alonso y Lewis Hamilton, la marca británica reedita viejos tiempos con sus dos coches en busca del título.
Ron Dennis, patrón de McLaren, siempre prefirió tener a disposición dos coches iguales, a diferencia de Ferrari, por ejemplo, que con Michael Schumacher privilegió siempre al alemán y buscó un secundario en Eddie Irvine primero, Rubens Barrichello luego y Felipe Massa después.
Tras siete años sin títulos, las flechas de plata buscan renacer y para ello confiaron en el bicampeón mundial, Alonso, y en la más firme promesa, Hamilton.
Estaba claro que el español sería el número uno, pero el británico, un debutante de 22 años, ha presentado también su candidatura al título en solo cuatro Grandes Premios. Antes de la carrera del domingo en Mónaco lidera con 30 puntos, dos más que Alonso.
La estrategia ha funcionado y ahora, 18 años después, el dilema vuelve: el próximo capítulo, el domingo en el Gran Premio de Mónaco, cuando se busque cuál de los dos sería el mejor, sin que la escudería intervenga.
