Álvaro Sarmiento Menesesasarmiento@prensa.comCuando se está obligado inapelablemente a enfrentarse a un equipo como México, líder absoluto de la hexagonal y único vencedor de las dos fechas disputadas, hay que cerrar todas las ventanas y rendijas por donde se nos puedan escapar las ilusiones, el oxígeno que no nos sobra y la concentración que necesita la selección panameña. No debe haber, entonces, más tiempo ni para el reproche ni para perder de vista el objetivo primordial: alcanzar el cuarto cupo que da la hexagonal.
No se trata de olvidar del todo el partido "regalado" a Costa Rica, porque sería un grave pecado desaprovechar la amarga experiencia, pues nos condenaría a seguir repitiendo la historia, pero tenemos que sacarlo de la mente ¡ya!, tanto los jugadores como la afición. Ese partido hay que conjugarlo en pasado, ya pasó y ni un punto nos dejó. Estamos frente al presente y el presente es México.
Ni vencedores, ni vencidos
La selección mexicana de Ricardo Lavolpe ha arribado a Panamá como la armada invencible del área, confiada en que el de Panamá será un partido de puro trámite, aunque de dientes para afuera hablen de que respetan a Panamá.
¿Tienen razón de sentirse así? La tienen, nadie puede desconocer que le pasaron por encima, haciendo gala de buen fútbol, a Costa Rica y Estados Unidos, los dos equipos que le pueden oscurecer el firmamento, y eso da una seguridad envidiable. Por lo visto hasta el momento en la eliminatoria ninguna otra selección ha tenido la coherencia futbolística mostrada por los mexicanos.
Pero... como en todo hay peros, el partido frente a nosotros no lo han ganado, no estamos vencidos, ni ellos son invencibles. De eso debemos convencernos con firmeza todos, principalmente nuestro equipo. México tienen que encontrarse con un partido de un alto grado de dificultad que nos posibilite aprovechar sus debilidades.
En el fútbol todo es posible siempre que se tenga un alto grado de convicción que permita que el conjunto sea un bloque espiritualmente homogéneo aferrado a un estilo y una idea. Panamá ha tenido un estilo durante la campaña que viene desde el año pasado, eso ha permitido que ni Estados Unidos, ni Jamaica, ni El Salvador, ni Guatemala nos hayan podido derrotar en el Rommel Fernández.
Tenemos que fortalecernos en el estilo y la idea porque con el deseo de ganar no alcanza.
Jarabe tapatío
En la eliminatoria anterior para el mundial Corea-Japón 2002, la selección mexicana logró ganarnos a último momento superando un partido trabado en el medio campo.
Esta vez no veo por qué debemos facilitarles el partido, por ello hay que tener presente algunos de estos aspectos:
a) Tener el balón, y cuando no lo tenemos procurar que se juegue lejos de nuestra zona defensiva.
b) Impedir que lleguen por los costados para evitar las posibilidades de Jared Borguetti en el juego aéreo.
c) Apretarlos y exigirlos con la marca, obligarlos a luchar pero cuidarnos de cometer faltas cerca a las 16.50 porque tienen excelentes tiradores con pelota quieta como Jaime Lozano.
d) No llegar masivamente sobre el área penal de ellos porque desnudamos nuestras espaldas como en el final del partido contra Costa Rica.
e) Asegurar una respuesta colectiva con una inteligencia colectiva. Es decir, no caer en las provocaciones devolviendo golpe por golpe, en las que seguramente puedan caer lo mexicanos si se ven desconcertados, comenzando por Cuauthémoc Blanco y continuando por Rafael Márquez, ¿no han visto al 5 mexicano cómo además de su calidad reparte golpes en el Barcelona? ¿se olvidan del empujón que le dio a Julio Dely Valdés en el área penal en la anterior eliminatoria? ¿nos olvidamos de Luis Hernández pisoteando a Reynaldo Lewis?
f) Debemos abrir espacios en el corazón de la defensa mexicana a través de la gambeta, para la cual tenemos jugadores, y mediante la velocidad, para lo cual también tenemos jugadores. Hay que juntarse haciendo paredes y triangulando.
g) Proteger legalmente a Julio Medina, sobre el que los mexicanos caerán como presas de caza.
A México no le debemos temer aunque nos amenacen con hacernos bailar el "jarabe tapatío", a nosotros nos gusta el tamborito y se los debemos mostrar. Si perdemos, en el mundo del fútbol no pasó nada, si sacamos un resultado favorable será gran noticia... tenemos más que puntos en juego por ganar.

