El púgil puertorriqueño Miguel Cotto, que se proclamó nuevo campeón del peso mediano, versión Consejo Mundial de Boxeo (CMB), tras derrotar por nocaut técnico en el décimo asalto al argentino Sergio Maravilla Martínez, reconoció que era el día más feliz de su vida.
Cotto, de 33 años, que mandó a Martínez, de 39 años, cuatro veces a la lona, incluidas tres en el primer asalto, admitió que había conseguido el mayor logro de su carrera profesional tras convertirse en el primer púgil puertorriqueño poseedor de cuatro títulos en divisiones diferentes.
El nuevo campeón del mundo del peso mediano del CMB también fue monarca en las categorías superligero, welter y superwelter.
Anteriormente, púgiles legendarios puertorriqueños como Wilfredo Benítez y Félix Trinidad habían conseguido también cinturones de campeones del mundo en tres pesos diferentes.
“Mi madurez como púgil profesional quedó demostrada esta noche [sábado]”, declaró Cotto tras la pelea realizada en el legendario Madison Square Garden, donde ganó por octava vez en nueve peleas que ha realizado.
“Me dije a mi mismo que no actuase a lo loco. (Martínez) mantenía su mano derecha hacia abajo, lo que hizo que fuese fácil meterle un gancho de izquierda. Mi gancho de izquierda decidió”, admitió.
Cotto, que dejó su marca en 39-4, 32 triunfos por la vía del nocaút, explicó que controló la pelea con un boxeo desde los ángulos, sin permitir que Martínez tuviese la iniciativa.
“Después de que lo tiré tres veces en el primer asalto nunca actué de forma alocada porque sabía que el combate podía durar 12 asaltos y me mantuve peleando cada uno como me señaló Freddie Roach”, dijo.
El legendario entrenador estadounidense que se hizo cargo de Cotto para dirigirlo por segunda vez fue la clave no sólo de su triunfo sino de haberle permitido sacar el mejor boxeo que hay dentro del púgil puertorriqueño.
“Estoy muy orgulloso de Miguel (Cotto). Trabajó muy duro”, declaró Roach, miembro del Salón de la Fama.
Por su parte, Martínez, que hizo su segunda defensa del título y dejó la marca en 51-3-2, incluidos 28 nocauts, no quiso hablar de su futuro, pero sí admitió que Cotto le había ganado claramente.
“El golpe en frío que recibí en el primer asalto fue lo que no hizo posible que me recuperase”, admitió Martínez. “No hay excusas en cuanto a mis problemas con las rodillas. Hay que saber ganar y perder”.
