Spokane, EU (EFE). Kent Brett, el lanzador más joven en la historia de la Serie Mundial, murió la pasada noche después de una batalla contra un cáncer que se le formó en el cerebro.
Brett, de 55 años, era el hermano del miembro del Salón de la Fama, George Brett, que jugó con los Reales de Kansas City, y tenía acciones en la propiedad de los equipos de béisbol y hockey sobre hielo de Spokane.
Brett lanzó durante 14 años en las Grandes Ligas para conseguir una marca de 83 triunfos y 85 derrotas con promedio de 3.93 de carreras limpias permitidas.
El ex lanzador tenía sólo 19 años y un mes de edad cuando trabajó una entrada y un tercio en blanco sobre dos partidos para los Medias Rojas de Boston en la Serie Mundial de 1967 contra los Cardenales de San Luis.
Brett, un lanzador zurdo, empató el récord moderno al jugar con 10 equipos, incluyendo los Cerveceros, los Filis, los Yanquis, los Medias Blancas, los Angelinos, los Mellizos, los Piratas, los Dodgers y los Reales antes de retirarse en 1981.
El ex lanzador fallecido ganó 13 partidos tres veces en su carrera, con los Filis en 1973, los Piratas el próximo año y con los Medias Blancas y Angelinos en 1977.
Brett también registró un promedio de bateo de .262 con 10 cuadrangulares en 347 viajes al plato de bateo y estableció un nuevo récord de lanzadores en 1973 al volarse la barda en cuatro partidos consecutivos para los Filis.
