El holandés Niki Terpstra (Omega-Pharma) se impuso en solitario ayer domingo en la clásica París-Roubaix, aventajando en 20 segundos a los principales favoritos a la victoria en esta prueba.
Terpstra, de 29 años, sorprendió a los favoritos con un ataque en los 10 kilómetros finales y llegó solo al velódromo de Roubaix, la ciudad del norte de Francia donde acaba esta clásica.
El holandés, que ya acabó tercero el año pasado y quinto hace dos años, fue el vencedor en la carrera más rápida de la época moderna, con una media superior a los 45 km/h en los 257 kilómetros de recorrido.
“Desde que era pequeño y empecé en el ciclismo, la París-Roubaix ha sido mi carrera preferida. Ahora la he ganado y es un sueño hecho realidad”, afirmó el vencedor de la prueba.
El ciclista se aprovechó del gran trabajo realizado por sus compañeros de equipo, el belga Tom Boonen y el checo Zdenek Stybar, en una carrera que encabezaban 11 corredores a falta de ocho kilómetros para la meta. El alemán John Degenkolb fue segundo, ganando el esprín del grupo de favoritos, en el que se encontraba el suizo Fabian Cancellara, tercero, y Boonen, que buscaba el récord de victorias en esta carrera, conocida como “el infierno del norte” por la dureza de sus tramos.
