Durante casi cuatro años llamó la atención con uno de los atuendos más heterodoxos de la historia del tenis, pero la nueva imagen de seriedad del español Rafael Nadal es solo la punta del iceberg de un fabuloso negocio, de una intensa lucha entre Nike y Adidas con el trasfondo de la crisis económica mundial.
Que es lo que podría sucederla a la número uno del mundo, la serbia Jelena Jankovic. Reebok, la marca que la viste, analiza rescindir el contrato debido a dificultades financieras. Ya le sucedió al número uno del golf, Tiger Woods, que debió aceptar una rescisión de mutuo acuerdo del contrato que lo unía a General Motors.
Nadal dijo adiós a las camisetas sin mangas y los pantalones pirata (por debajo de la rodilla), su transformación en un adulto indica que el negocio cobra cada vez más peso.
El español frenó durante un tiempo las ambiciones de Nike, que quería vestirlo serio ya en septiembre, en su primer partido del US Open. Pero 2009 se abrió con otro Nadal.
