Alexander Dale Oen, un campeón mundial de natación que era una de las principales esperanzas de Noruega para subir al podio en los Juegos Olímpicos de Londres, falleció ayer de un infarto tras desmayarse en el baño durante un entrenamiento en Flagstaff, Arizona. Tenía 26 años.
El presidente de la federación noruega de natación, Per Rune Eknes, confirmó el deceso. Indicó que se desconoce el motivo del infarto.
La federación dijo en un comunicado que el campeón mundial de los 100 metros pecho fue hallado en el piso de su baño el lunes por la noche. Fue llevado a un hospital en Flagstaff, donde lo declararon muerto.
“Estamos sorprendidos”, indicó el entrenador del equipo noruego de natación, Petter Loevberg. “Esta es una experiencia surreal para todos los miembros del equipo. Nuestros pensamientos están con su familia, que perdió a Alexander prematuramente”.
La vocera del hospital, Starla Collins, confirmó la muerte, pero no dio más detalles.
Dale Oen logró su mayor triunfo en la piscina en el mundial del año pasado en Shanghai, donde ganó los 100 metros pecho, 3 días después de la masacre en la que el extremista Anders Breivik asesinó a 77 personas en un campamento de verano.
Dale Oen le dedicó su triunfo a las víctimas de la masacre, en su mayoría jóvenes, y señaló con el dedo la bandera noruega en su gorra para enviar un mensaje a sus compatriotas.
“Tenemos que estar unidos”, dijo después de la carrera. “Todos en mi país están paralizados por lo que sucedió, pero era importante para mí mandarles un mensaje de que aunque estoy aquí en China, siento las mismas emociones”.
