El defensa portugués del Real Madrid Pepe pidió ayer perdón públicamente al jugador del Getafe Javier Casquero, al que agredió de una patada que le costó la expulsión, y admitió que “tiene que recibir un castigo” aunque espera que se tenga en cuenta que no es un futbolista violento.
“Me siento muy mal. Muy triste y muy decepcionado. Por la imagen, por el acto y por todo. No sé qué puede pasar ahora”, dijo Pepe tras el partido.
Pepe no tuvo oportunidad de “hablar aún con Casquero”. “He pedido perdón a la gente. Pero sé que he hecho las cosas mal. Aprovecho ahora, delante de la prensa, para pedir perdón al jugador también. Porque no está bien lo que he hecho”, añadió.

