El japonés Shoya Tomizawa, de 19 años, se convirtió hoy en el segundo piloto muerto en una semana en una fecha del Campeonato Mundial de Motociclismo, en el GP de San Marino, que siguió su programación no obstante la tragedia.
“El show tiene que seguir”, ironizó el multicampeón Valentino Rossi, al quejarse porque los organizadores no suspendieron la prueba de Moto2, la ex categoría 250, en cuya carrera se mató Tomizawa.
Solo una semana atrás, en el GP de Indianápolis, el estadounidense Peter Lenz, de apenas 13 años, se mató al caer con su moto en una tradicional prueba de novatos, previa a las competencias oficiales del Mundial de Motos.
Tomizawa cayó de su moto Suter en una curva de altísima velocidad, golpeó primero contra el cemento, luego por las motos de Alex De Angelis y Scott Redding y fue trasladado en helicóptero al hospital, pero arribó muerto.
“Estoy destrozado. Hice todo lo posible por chocar contra su moto y no contra él, pero fue imposible. Es increíble que yo haya salido ileso”, dijo De Angelis, tras la carrera, que siguió y fue ganada por el español Toni Elías (Moriwaki), que sigue líder de la categoría con 211 puntos.
Los circuitos del Mundial de Motos habían eliminado los obstáculos fijos tras la muerte de otro japonés, Daijiro Kato, de 27 años, el 19 de abril de 2003, luego de un accidente en Suzuka.
La muerte anterior en el Mundial de Motos había sido también de otro japonés, Noboyuki Wakai, en el GP de España de 1992.
El británico Craig Jones, de 23 años, murió en 2008 en la categoría Supersport, en Brands Hatch, el australiano Wayne Gardner en 1983 en categoría 500cc en Assen y el finlandés Jarno Saarinen en 1973 en Monza.

