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El atleta sudafricano Óscar Pistorius se quitó ayer sus piernas ortopédicas para mostrar a una corte de Pretoria cuán vulnerable es, en un proceso en el que busca evitar la prisión por el homicidio de su novia Reeva Steenkamp.
El corredor de 29 años enfrenta un mínimo de 15 años de cárcel por el homicidio ocurrido en febrero de 2013 en un caso que ha dividido a Sudáfrica.
Será sentenciado el 6 de julio.
Pistorius mantiene su versión de que creyó que había un intruso cuando disparó cuatro veces contra una puerta cerrada de un baño en su casa de Pretoria, causando la muerte de su novia.
Durante sus argumentos de cierre, el abogado defensor Barry Roux le pidió al medallista de oro paralímpico que se quitara sus prótesis de fibra de carbono y caminara apoyado en sus muñon es para mostrar la dificultad que significaba la amenaza de un intruso.
Temblando, Pistorius se quitó las prótesis y se paró frente a la cámara de televisión del tribunal durante cinco minutos, secándose las lágrimas con un pañuelo.
“El acusado era vulnerable debido a su discapacidad”, dijo Roux.
La fiscalía dijo que Pistorius no ha mostrado arrepentimiento ni ha dicho a la corte por qué realizó los disparos, y pidió una condena de 15 años de cárcel.
El atleta, cuyas piernas le fueron amputadas cuando era un bebé, recibió una sentencia de cinco años por homicidio involuntario que fue subida de grado en una apelación.
Pistorius alcanzó la cúspide de su fama en los Juegos de Londres 2012 al convertirse en el primer amputado doble en correr en los olímpicos, en los que llegó a las semifinales de los 400 metros, antes de llevarse dos medallas de oro en los Paralímpicos.
