El tenista español Rafael Nadal llegó a un acuerdo con la hacienda de su país por el que tendrá que pagar millones de euros en impuestos atrasados a causa de una tributación irregular de sus empresas, según reveló ayer el diario El País.
El números dos del tenis mundial se vio obligado a cambiar el domicilio en el que tenía registradas las compañías -la ciudad de San Sebastián, en la región española del País Vasco- y que le había permitido acogerse a un régimen fiscal mucho más favorable.
Las empresas se radicarán a partir de ahora en Manacor, la ciudad natal del deportista en la isla de Mallorca, donde no existe la figura tributaria que permitía a las sociedades de Nadal pagar impuestos mínimos -en ocasiones menores al 1%, aseguró El País por sus beneficios.
“La ley es muy clara: el domicilio social debe estar donde se desarrolle la actividad y la gestión”, cita el diario a una fuente de la Agencia Tributaria española. “Rafael Nadal es un gran deportista, gana su dinero honradamente, pero a San Sebastián solo venía a comerse el chuletón (filete)”.
