La fanaticada que asistió ayer, domingo al Camp Nou expresó su desacuerdo con la situación deportiva del FC Barcelona y antes del partido contra el Mallorca el desangelado feudo barcelonista hizo una gran pañolada contra el equipo catalán y contra sus dirigentes.
Antes del inicio del partido, algunos socios se habían congregado frente a la tribuna del Camp Nou donde mostraron su disconformidad con la junta directiva, hasta el punto de solicitar sin reservas la dimisión del presidente, Joan Laporta.
El mandatario barcelonista y sus compañeros de junta tomaron asiento en el palco presidencial bastantes minutos antes del partido, hecho poco habitual, ya que lo normal es que se incorporen instantes antes del encuentro. La escasa afición barcelonista que se dio cita en el feudo del Barça esperó a la salida de los dos equipos y del grupo arbitral para iniciar su protesta casi masiva.
Primero fueron pitos contra el equipo y después una pañolada casi unánime. La característica de esta protesta fue que se hizo preferentemente con pañuelos negros, incluso banderas negras.
La protesta se incrementó cuando el animador del Camp Nou cantó las alineaciones de las dos plantillas. Ningún jugador del Barça se libró de una sonora pitada. Aunque tres de ellos, Eto'o, Deco y Henry se llevaron la palma.
