ROMA, Italia (EFE). -El futbolista brasileño Ronaldo llegó ayer a Milán, en donde logró esquivar a más de un centenar de iracundos "tifosi" del Inter que le esperaban en el aeropuerto para reprocharle su intención de abandonar el equipo italiano.
El jugador, que llegó al aeropuerto de Malpensa a las 13.40 GMT en un vuelo de la compañía Varig procedente de Río de Janeiro, fue recogido en la escalerilla del aparato por un vehículo privado y evitó pasar frente a los interistas.
El deseo expresado por el "Fenómeno" de abandonar el fútbol italiano le ha hecho encontrar en Milán un ambiente enrarecido.
En círculos futbolísticos se critica su presunta ingratitud tras el buen trato que todos consideran ha recibido en las tres temporadas que ha permanecido lesionado, en las que en ningún momento dejó de percibir su sueldo.
En apoyo de los "tifosi" negriazules intervino ayer el presidente de la región de Lombardía, Roberto Formigoni, quien defendió su derecho a sentirse "traicionados" después de haber dedicado "tantas atenciones y tanto amor" al astro brasileño.
