El técnico argentino Miguel Ángel Russo dirigió ayer la práctica de Millonarios tras el regreso de su país natal, donde fue tratado de una bacteria urinaria detectada después de una cirugía por cáncer el 2 de enero.
Russo llegó el domingo y comenzó los preparativos para el partido de hoy contra Deportivo Lara de Venezuela por el Grupo 7 de la Copa Libertadores.
El entrenador, de 62 años, permaneció en Buenos Aires más de un mes, y antes estuvo hospitalizado en Bogotá en dos ocasiones. Volvió a Buenos Aires con la intención de dirigir al equipo ante el local Independiente por la Libertadores. Pero la infección reapareció, fue recluido en un hospital italiano y finalmente fue controlada.
