El francés Sandy Casar ganó la décima octava etapa del Tour de France al ser el más rápido en el sprint en una fuga de cuatro corredores.
El pelotón, con los grandes favoritos, se tomó el día con calma y llegó 8:34 minutos después de los escapados a la espera de la contrarreloj decisiva de hoy, en la que el español Alberto Contador deberá defender 1:50 minutos de renta ante el australiano Cadel Evans para mantener la primera posición.
El español, de 24 años, cedió tres segundos respecto a Evans que pueden ser importantes de cara a aguantar en la crono Cognac- Angouleme su preciada prenda de líder, heredada tras la expulsión del danés Michael Rasmussen.
Casar estuvo cerca de ganar una etapa en dos ocasiones y a la tercera oportunidad lo logró. Los cuatro fugados del día se escaparon a los 25 kilómetros de una etapa de 211 entre Cahors y Angouleme.
El francés sufrió una grave caída al cruzársele un perro negro y tuvo que ser tratado de los golpes y las heridas durante la carrera.
Pero el corredor de 28 años del equipo Francaise des Jeux fue el más fuerte en el último kilómetro, cuesta arriba, lanzó el ataque pronto, nadie pudo igualar su potencia y consiguió el segundo triunfo de su trayectoria profesional en el Tour por delante del belga Axel Merckx, el francés Laurent Lefevre y el holandés Michael Boogerd.
"Pensé que la fuga estaba acabada después de la caída. Me sentía muy mal. Me hice daño en todo el cuerpo, en mi espalda en los hombros...", explicó Casar, que se recuperó y cambió su estrategia en el kilómetro final de la carrera.
La cabeza del pelotón con Evans alcanzó la meta a 8:37 -llegaron a estar a más de 18- y tres segundos más tarde Contador y el resto. El australiano es un especialista contra el crono y deberá remontar 1:50 minutos en 55 kilómetros.
