Casi dos meses después de su grave accidente de esquí, el piloto alemán Michael Schumacher sigue en el lento despertar del estado de coma al que fue inducido.
“Esta fase puede durar mucho tiempo y eso, a nuestro pesar, puede dar pie a muchas falsas interpretaciones”, dijo ayer a DPA la mánager del heptacampeón mundial, Sabine Kehm.
El semanario Focus aseguró en su última edición que el proceso de despertar fue interrumpido.
El excampeón mundial de la Fórmula Uno se accidentó el 29 de diciembre, mientras esquiaba en la estación francesa de Méribel.
En la caída se golpeó la cabeza contra una roca, lo que le ocasionó un grave trauma cerebro craneal.
Schumacher fue trasladado en helicóptero a una clínica de Grenoble y operado de urgencia. Al día siguiente los médicos efectuaron una segunda intervención en la cabeza del expiloto.
Las investigaciones del fiscal competente de Albertville constataron que no hubo culpa ajena en el accidente ni acto delictivo.
Desde entonces, Schumacher está en coma inducido. A finales de enero, los médicos comenzaron a reducir el nivel de anestesia a fin de iniciar la fase de despertar del alemán de 45 años, según confirmó Kehm. El alemán contrajo días atrás una pulmonía, pero hace rato que está recuperado.

