Los San Antonio Spurs alcanzaron la final de la NBA al derrotar a los Phoenix Suns por 101-95 en el quinto partido de su serie y confirmaron que son los favoritos al anillo después de arrasar en todo el playoff.
Los Spurs jugarán su tercera final en siete años. Conquistaron el título en 1999 y 2003, y se muestran más ambiciosos que nunca tras la decepción del pasado año, cuando perdieron en la final de la Conferencia Oeste ante Los Ángeles Lakers.
Tim Duncan fue el brazo ejecutor en el encuentro jugado en Phoenix en la noche del miércoles al lograr 31 puntos y 15 rebotes.
Fue otra exhibición de un jugador empeñado en hacer historia que, de nuevo, encontró la ayuda de sus compañeros.
El argentino Emanuel Ginóbili añadió 19 puntos y el francés Tony Parker hizo 18.
"Me alegro de haber acabado tan pronto la eliminatoria. Los Suns son un gran equipo y lo mejor es sentenciar cuanto antes si ves a tu rival herido", resumió.
"Eso es lo que hicimos y ahora tendremos más tranquilidad para preparar la final", resumió Duncan.
En realidad, el encuentro fue un calco de toda la serie. Apenas hubo grandes diferencias y los Spurs volvieron a demostrar unos nervios de acero en los instantes decisivos.
Además, su amplio banquillo permite que sus mejores jugadores lleguen frescos al tramo final, algo que no se puede decir de los Suns.
Amare Stoudemire volvió a firmar un gran encuentro en su última aparición de la temporada al sumar 22 puntos y 16 rebotes, mientras Nash firmó 21 tantos y 16 rebotes.
