DAEGU (Corea del Sur) (DPA) Sudáfrica y Eslovenia se miden mañana en un choque marcado por los problemas internos del equipo europeo, que terminaron con la expulsión de Zlatko Zahovic, y en el que quien resulte derrotado prácticamente diría adiós al Mundial.
La derrota eslovena ante España dejó graves secuelas en el equipo, en forma de enfrentamientos entre el seleccionador Srecko Katanec y su máxima estrella, Zahovic.
En el bando sudafricano, el optimismo es generalizado tras ese empate que reforzó la posición del polémico seleccionador Jomo Sono.
"Los eslovenos juegan muy parecido a Georgia, que es un equipo que en la preparación nos ganó 4-1, pero al que pudimos vencer si no nos hubieran expulsado a dos jugadores. Habrá que tener cuidado, pero tenemos la experiencia de entonces", dijo Sono.
La gran duda es la presencia del defensa Pierre Issa, que se torció el tobillo derecho en el choque contra Paraguay. Issa volvió a las prácticas el miércoles pero su presencia no es segura.

