Las tensiones con Lance Armstrong se han desvanecido, así que el español Alberto Contador centra su objetivo en mantener a raya a los rivales de otros equipos que podrían arrebatarle el liderato en el Tour de Francia.
Con la mira puesta a un segundo título en la ronda gala, el ciclista español de 26 años trazó durante el descanso del lunes su plan de ataque para los siguientes días, luego que el domingo se enfundó la casaca amarilla de líder gracias a su triunfo en la primera etapa alpina.
Contador, campeón del Tour 2007, señaló que la delantera que ha sacado sobre sus perseguidores luce alentadora', pero advirtió que esto aún no se ha terminado, nos queda una dura semana por delante.
Armstrong, el siete veces campeón del Tour y que regresó para la actual edición tras un retiro de tres años y medio, figura en el segundo puesto de la clasificación general, a 1 minuto y 37 segundo de su compañero en el equipo Astana.
Desbordado por el despliegue de fuerza de Contador en la 15ta etapa, el texano de 37 años consideró casi como una quimera el poder salir victorioso cuando el Tour culmine el domingo en los Campos Elíseos en París, y prometió ser un fiel escudero para Contador.
“Me dio su apoyo y le creo”, declaró Contador en una rueda de prensa en el hotel del equipo en la localidad suiza de Sion, cerca de donde hoy arrancará la 16ta etapa, en Martigny.
Armstrong no formuló declaraciones ayer, aunque en su página en la red social Twitter destacó que salió a pedalear durante el día de descanso.
“Un día bonito aquí en Sion, Suiza. Muchos viñedos...”, escribió.
Armstrong había expresado la semana pasada, luego que ambos corredores intercambiaron puestos en la clasificación, que existía tensión dentro del equipo.
Contador señaló que ya no hay vestigios de la misma.
“Se ha despejado bastante el nivel de tensión tanto en la mesa de cenar y en la carretera”, dijo.

