Trinidad, de 29 años, dijo que tomó la decisión tras escuchar la recomendación de su padre, que a la vez es su representante y entrenador, Félix Trinidad Rodríguez.
El padre del púgil aseguró que no hay razón alguna que justifique la permanencia de su hijo en el boxeo profesional para continuar disputando peleas que nada añaden a su historial como atleta, pero que sí ponen en riesgo su salud.
Tras caer derrotado, el pasado 29 de septiembre de 2001, ante el estadounidense Bernard Hopkins y plantearse su retirada, Trinidad decidió continuar en el boxeo algún tiempo más.
El púgil puertorriqueño buscaba peleas de revanchas contra Oscar de La Hoya, el propio Hopkins y el mexicano Fernando Vargas.
Sin embargo, tras vencer al francés Hacine Sheriff, el pasado mes de mayo, De La Hoya rechazó por quinta vez la revancha enterrando así los planes de peleas a corto plazo.
Trinidad Rodríguez dejó entender que tomó la determinación tras escuchar que el promotor estadounidense Don King informara ayer que Hopkins rechazó enfrentarse a Trinidad de manera directa en noviembre próximo, optando por hacer una pelea contra el francés Erlande Betare .
"Ante ese panorama solo quedarían como opciones peleas que nada añaden a su carrera y sin embargo presentan grandes riegos a su salud", comentó Trinidad Rodríguez.

