COLONIA, Alemania (DPA).- El constructor japonés Toyota, novel en la Fórmula 1, presentó ayer en Colonia el nuevo bólido y los pilotos, que competirán el próximo año en el Campeonato mundial de automovilismo.
Los monoplazas del consorcio japonés, con los colores blanco, rojo y negro, serán conducidos por los hasta ahora pilotos de prueba, el finés Mika Salo y el británico Allan Mcnish.
El jefe del equipo, el sueco Ove Andersson, dijo que el objetivo del equipo japonés es "ganar algún día el título mundial de constructores y pilotos".
Toyota debutará en la Fórmula 1 el 3 de marzo en el primer Gran Premio de la temporada, el de Australia, en Melbourne.
El finlandés Salo, quizá sólo para asustar un poco verbalmente a sus 11 equipos rivales, afirmó que el nuevo auto "será también muy rápido".
Sin embargo, antes del "estreno" en el Gran Premio de Australia reina cierto escepticismo entre los japoneses, que instalaron en Colonia la central del equipo. "En los actuales momentos tenemos más preocupaciones que nunca. Sabemos que el 2002 será un año de aprendizaje para nosotros", se mostró reservado Andersson.
Toyota parte prácticamente casi de la nada, ya que hace solo dos años se iniciaron los trabajos en la arriesgada empresa Fórmula 1.
Pero hasta el "histórico 17 de diciembre de 2001" , del que habló Andersson durante la ceremonia en Colonia transmitida directamente a Japón, vía satélite, el equipo "trabajó como loco" con el austriaco Gustav Brunner en su calidad de experimentado diseñador jefe. Sólo entre marzo y noviembre, Salo, de 35 años, y el escocés McNish, de 31, cubrieron 20 mil 967 kilómetros de prueba.
"Clasificarse para cada carrera y llegar a la meta el mayor número de veces posible" son de momento los modestos objetivos.
Andersson, antiguo piloto y ex jefe del equipo de rally Toyota campeón del mundo, no ignora la presión que ejercen sus donantes de dinero japoneses. "Quieren ver éxitos", dijo.

