El ex campeón mundial de los pesos pesados Mike Tyson, admirador confeso del fundador de la República Popular China, Mao Zedong, llevó a cabo una visita sorpresa al mausoleo que guarda sus restos mortales en Beijing, informó ayer el diario China Daily.
"Me siento realmente insignificante al lado de los restos del presidente Mao", dijo el púgil, quien añadió que "es un gran honor poder visitar el mausoleo".
Tyson, que lleva tatuada la efigie del líder comunista en el brazo derecho, llegó el pasado jueves a Shanghai para inaugurar un club nocturno del que es copropietario y, aunque no tenía previsto visitar Beijing, se desplazó por sorpresa a la capital para ver el cuerpo embalsamado de Mao en la Plaza de Tiananmen.
La admiración del campeón de los pesos pesados más joven de la historia por el presidente Mao surgió durante los tres años que Tyson pasó en prisión por violación, durante los cuales se empapó de su obra.
Visitar el siempre abarrotado mausoleo sirvió al boxeador, que iba ataviado con la camiseta de la estrella de la NBA Shaquille O’Neal, para hacerse con una completa bibliografía sobre Mao.
El boxeador recibió después una escultura de manos de Pan Qinglin, miembro de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, que fue quien le invitó personalmente a visitar Pekín, y prometió regresar al país asiático en junio, incluso para competir.
"Es un gran honor y me siento impresionado", dijo el ex campeón mundial.

