Faltaban ocho minutos para el final y Brasil no encontraba la forma de desnivelar un partido de semifinales que se le había convertido en un verdadero suplicio en la Copa Confederaciones.
El técnico Dunga miró a su banca y se la jugó con una variante que en lo táctico parecía equivocada: Daniel Alves por André Santos como lateral izquierdo.
Al final de cuentas, Alves fue el salvador brasileño al ejecutar un tiro libre perfecto a los 88 minutos que le dio ayer, jueves, a Brasil la victoria 1-0 y el boleto a la final ante Estados Unidos.
Después de perderse los dos partidos anteriores, en los que Dunga optó por Maicon en la banda derecha, Alves salió de la banca y acabó convirtiéndose en la figura clave del partido.
“Yo estoy para ser útil, independientemente de la posición”, señaló el jugador que en el Barcelona es un notable lateral por izquierda y fue una de las piezas vitales en la conquista de una inédita triple corona de títulos para un club español.
“Nosotros siempre estamos en el banquillo con muchas ganas de entrar al partido y yo estaba deseando entrar. No sabía en qué posición, pero deseaba participar y contribuir con mi granito de arena para el pase a la final”, añadió.
Alves clavó su tiro libre al pegarle en comba, anidando la pelota en el palo izquierdo defendido por el arquero Itumeleng Khune.
“Teníamos un partido parejo y me decidí por un jugador rápido y agresivo, y que es formidable en jugadas de pelota detenida”, dijo Dunga. “Fue quizás una de las escasas ocasiones que íbamos a tener y fue una falta justo frente al área, más perfecto no pudo ser”.
Aparte de la puntería, Alves también le dio el crédito a sus compañeros que se colocaron en la barrera para taparle la vista a Khune.
“Siempre es fundamental que en una falta cerca del área los compañeros quiten la visión del arquero para que no tenga esa facilidad y vea que vamos a tirar a su palo”, resaltó Alves. “Mis compañeros estuvieron a diez”.
Lo que sigue para Brasil es un duelo en la final ante Estados Unidos, el inesperado verdugo de España. La victoria estadounidense 2-0 en la otra semifinal dio al traste con una esperada definición con la “Roja”, que llegó al torneo con la etiqueta de favorita.
Alves reconoció sentirse sorprendido por el revés de España.
“La verdad es que estoy muy triste por mis compañeros (en el Barcelona), es una prueba de que en el fútbol ya no hay nada cantado”, indicó Alves. “Hoy en día, cualquiera te puede ganar como te despistes, cualquiera te pueda dar vuelta”.
El seleccionador de Sudáfrica, Joel Santana, afirmó estar “feliz, orgulloso y satisfecho” con el nivel de juego que demostró su equipo.
“Hicimos un muy buen partido y sorprendimos a Brasil por como jugamos”.
