El italiano Vincenzo Nibali ganó ayer la Vuelta ciclista a España y se presenta a sus 25 años como una nueva estrella del ciclismo que puede hacer frente al español Alberto Contador y al luxemburgués Andy Schleck.
La Vuelta concluyó en Madrid tras una etapa final en la que al sprint se impuso el estadounidense Tyler Farrar por delante del gran favorito, el británico Mark Cavendish.
Nibali celebra así el mayor éxito de su carrera al aventajar en 42 segundos al español Ezequiel Mosquera. El podio lo completó el eslovaco Peter Velits, a 3:04 minutos de Nibali.
“Ahora soy miembro del elitista círculo de ganadores de la Vuelta. Se ha hecho realidad un sueño que tenía desde que era niño”, dijo el italiano, emocionado. Hacía 20 años que un italiano no triunfaba en la Vuelta. El último en lograrlo fue Marco Giovanetti en 1990. La de Nibali ayer es la quinta victoria de su país en la Vuelta.
“Este es el campeón que estaba esperando Italia”, celebró su jefe en el equipo Liquigas, Roberto Amadio. El diario La Gazzetta dello Sport cree que “ha nacido una estrella”.
Nibali ha mostrado mucha flexibilidad a lo largo de la temporada. En principio iba a ser ayudante de Ivan Basso en el Tour. Como su compañero Franco Pellizotti no pudo estar en el Giro acusado de doping, interrumpió el entrenamiento en su Sicilia natal, visitó el santuario de la Virgen negra de Tindari y se fue al Giro. Ganó Basso y él, el leal escudero, fue tercero. No disputó el Tour.

