El kazajo Alexander Vinokurov, del equipo alemán Telekom, amplió ayer su ventaja como líder de la clásica ciclística París-Niza, cuando tan solo resta la séptima y última etapa para su conclusión.
El vencedor de ayer, en una etapa de montaña que discurrió entre Saint-Raphael y el Col d'Eze, fue el italiano Dario Frigo, que invirtió 4:46,12 horas en recorrer los 178,5 kilómetros de que constaba.
Tras el italiano, a 15 segundos, llegó el australiano Cadel Evans, mientras que los españoles Samuel Sánchez e Iñigo Cuesta cruzaron la meta en tercera y cuarta posición, respectivamente.
Vinokurov fue undécimo, a 42 segundos del vencedor, pero aumentó hasta casi un minuto su ventaja sobre sus más inmediatos perseguidores, su compatriota Andrei Kivilev y los franceses Sandy Casar y Laurent Jalabert.
"Salió todo tan bien que ahora ya puedo decir que mañana ganaré esta carrera", dijo confiado el líder, que no dudó en alabar el trabajo de sus compañeros: "Mi equipo me apoyó magníficamente hasta la última subida, y yo estaba muy motivado para terminar bien esta etapa tan importante y dura", añadió.
La última etapa de la carrera París-Niza terminará hoy domingo en Niza después de que se realice un recorrido de 157 kilómetros en los alrededores de la ciudad.
