Virenque se aseguró ya su séptimo maillot de la montaña, sobrepasando la marca de seis que el español Federico Martín Bahamontes y el inolvidable escalador belga Lucien Van Impe poseían hasta ahora.
El francés nacido en Casablanca consiguió su primer maillot de puntos rojos que distingue al mejor escalador del Tour en 1994, en plena época del español Miguel Induráin. Reeditó tal entorchado de forma sucesiva en 1995, 1996 y 1997. En los dos últimos años fue incluso tercero y segundo en la clasificación general.
En 1998, cuando todo apuntaba a que conseguiría de nuevo reinar en la montaña, estalló en su plenitud el "caso Festina", con Virenque en medio del huracán.
Aquello marcó su carrera. De ser un ídolo incluso más allá de Francia pasó a ser un villano, un ciclista que lograba victorias con trampas. En su despedida de la ronda gala, aseguró que jamás había tomado sustancias prohibidas. Pocos le creyeron y no encontró equipo hasta 1999.
El director del Tour, Jean-Marie Leblanc, intentó dejarlo fuera de la ronda en aquel año declarándolo "persona no grata", pero Virenque ganó en los tribunales su derecho a participar. El ciclista aprovechó un resquicio judicial para poder ganar su quinto maillot de la montaña.
Pero en 2000, cuando el "caso Festina" se vio en los tribunales, Virenque volvió a caer en desgracia. Ante el juez reconoció haber tomado sustancias prohibidas, y fue suspendido por nueve meses. Aunque la Corte Arbitral del Deporte (CAS) redujo la sanción, se perdió el Tour de 2001.
Tras la "travesía del desierto'', Virenque reapareció y cosechó su sexto "Gran Premio de la montaña" en el Tour del Centenario, en 2003. En 2004, un Tour en el que siempre se mostró tan combativo como en sus primeros años, sumó el séptimo.
"El Tour es mi vida. Es la carrera que me dio a conocer en este mundo y es en la que me recuperé cuando parecía hundido psicológicamente tras el Tour de 1998. Conseguir este récord que nadie obtuvo en la historia del Tour es algo que tenía como principal objetivo cuando la carrera arrancó en Lieja'', afirma el francés, que disputó con el de 2004, trece Tours y los acabó todos excepto el fatídico de 1998.
