SABADELL, España (EFE).- La Vuelta ya tiene preparado el escenario en los Pirineos, para que los grandes favoritos se batan en duelo y empiecen a marcarse unas diferencias, que hasta el momento han sido exiguas, con dos equipos, ONCE-Eroski y Kelme-Costa Blanca, alternándose el maillot oro en días de pena y gloria.
El pelotón disfrutó de su día de descanso mirando de reojo el libro de ruta y sin desatender el entrenamiento ante lo que le espera de inmediato. Nada menos que tres jornadas consecutivas de montaña, entre ellas una cronoescalada, de donde según el pronóstico de la mayoría de los corredores, saldrá ya un serio candidato a triunfo final en Madrid.
Nueve días de carrera con dos contrarreloj y dos finales en alto, no han sido suficientes para aclarar el podio ni para descartar a nadie de los candidatos previos. Las cifras colocan a los tres primeros, Joseba Beloki (ONCE Eroski), Oscar Sevilla (Kelme Costa Blanca) y Angel Casero (Festina) en un margen de 51 segundos.
Aparte de la pole position, se encuentran por debajo de los tres minutos, respecto al líder el colombiano Santiago Botero (Kelme), el estadounidense Levy Leipheimer y Roberto Heras (US Postal), David Plaza (Festina) y Juan Miguel Mercado (iBanesto.com). Esto significa que la Vuelta "comenzará de nuevo" en las cimas andorranas.
Las apuestas se inclinan del lado del ONCE y Kelme, los equipos que han llevado el peso del protagonismo en la primera semana de la Vuelta, pero la carrera anda loca con situaciones inesperadas e incluso paradójicas que invitan a la prudencia. Sevilla se vistió de oro en Los Lagos y perdió un solo segundo ante Beloki en la contrarreloj de Torrelavega, el día que resucitó Botero con un gran triunfo.
Pero en territorio Kelme, es decir, la montaña, Beloki "se vengó" de Sevilla y se puso de oro.
El mundo al revés, lo que demuestra que la caja de sorpresas está abierta a cualquier posibilidad, lo que representa una buena noticia para una Vuelta que de momento logra mantener la incertidumbre.
Con tres españoles en cabeza se presenta la segunda toma de la montaña.
Como aperitivo de la jornada reina llega la primera etapa Sabadell-La Molina, final en alto y antes un puerto de 30 kilómetros, el Alto de Creueta.
Mañana miércoles será Alp-Pal, de 154 kilómetros, con seis puertos: dos de segunda, tres de primera y uno especial.

