La semana comenzó con un poco de bravuconería del equipo por el que nadie apuesta.
El resto fue acaparado por las conjeturas sobre la condición de la mano de un cierto quarterback de 40 años.
Hay bastante intriga para el duelo de esta tarde entre los Jaguars y los Patriots por el campeonato de la Conferencia Americana de la NFL.
New England (14-3), campeón defensor del Super Bowl, es favorito al encarar su séptima final de conferencia consecutiva. Pero ese pedigrí no le sirve de mucho para resolver la situación de Tom Brady, su extraordinario quarterback, que se lastimó la mano derecha en una práctica.
La lesión impidió que Brady se entrenara normalmente durante la semana, y el jueves ni siquiera participó de las prácticas del equipo.
Brady no se ha perdido un solo partido de playoff en su carrera de 18 años, en la que ha sido galardonado como el jugador más valioso del Super Bowl en cuatro ocasiones.
El viernes respondió con un seco “ya veremos” cuando le preguntaron si jugará ante los Jaguars.
Brady utilizó guantes rojos y se negó a contestar otras preguntas sobre la condición de su mano.
La ofensiva de los Patriots, la mejor de la liga, necesitará de otra actuación estelar de Brady ante la defensa de los Jaguars, la segunda mejor en la NFL.
La defensa de Jacksonville (12-6), que intenta clasificarse a su primer Super Bowl, ha anotado ocho touchdowns esta temporada, tres más que cualquier otro equipo. Esa es la mayor cantidad de touchdowns defensivos en una temporada desde 2012.
Brady ha enfrentado a una de las dos mejores defensivas de la liga en tres ocasiones en los playoffs.
Ganó esos tres desafíos, cada vez con un rating superior a 100.
El defensive end de los Jaguars, Calais Campbell, dijo que el equipo tiene mucho respeto por Brady, aunque descartó la idea de que ellos simplemente estén contentos por haber derrotado a Pittsburgh en la ronda anterior.
“Nos ganamos el derecho a estar aquí”, afirmó.
