CRISIS. El delantero francés Nicolas Anelka justificó sus insultos en el Mundial de Sudáfrica contra el técnico bleu, Raymond Domenech.
“En algún momento tenía que explotar”, dijo el atacante al diario francés France Soir.
“De no haberlo insultado yo, lo hubiera hecho otro. Si hubo algún jugador que entonces quería entrenar, que lo diga ahora”, exigió el hombre que hace poco prolongó hasta 2012 con el Chelsea.
