Mientras se recuperaba de la Covid-19 a inicios de agosto pasado, Gary Sánchez, de los Yankees, empezó a trabajar mucho más en su mecánica de bateo.
Desde su campaña como novato, cuando conectó 20 jonrones en 2016 con los Yankees, a Sánchez se le ha visto como un bateador capaz de causar impacto con su poder. Sin embargo, su taza de ponches (565 en 524 juegos hasta ayer) es muy alta, por lo que el jugador busca fórmulas para bajarla y producir mucho más.
“Todavía sigo trabajando en la mecánica nueva, a veces es un poco difícil, pero hay que confiar en lo que uno está haciendo para hacer los ajustes necesarios”, indicó Sánchez recientemente en una visita de los “Mulos” al Truist Park de Atlanta.
Marcus Thames y P.J.Pilittere, coach y asistente de bateo de los Yankees, así como el propio Giancarlo Stanton han estado apoyando a Sánchez en este proceso de ajustes en la ofensiva.
“He estado trabajando con el coach de bateo, tratando de cambiar mi forma de bateo, aprendiendo cómo hacerlo, todos los días antes del juego”, reseñó el nacido en Santo Domingo.
“Hablé con Stanton, ya que él cambió su forma de batear, me dijo que le ha ido bien en no hacerlo y que se siente mejor”, subrayó Sánchez, quien al momento de esta nota sumaba 137 jonrones, 22 de ellos este año.
Actualmente, los Yankees pelean por un cupo para la postemporada.


