Qué impresionante, sereno, preciso y matador estuvo en cada una de sus ejecuciones en la mesa rectangular el nicaragüense Gerald López, quien regresó a la tierra de los volcanes y los lagos con el título del Abierto de Panamá de billar en la modalidad Bola Nueve.
Un triunfo merecido para un joven nica que al igual que lo hizo en su viaje al Mundial Juvenil de Pool en Argentina, llegó a Panamá solo con un taco y lo justo, ya que tuvo que hacer una colecta para el viaje.
El nica ganó la partida por marcador de 9 mesas a 3.
López, un jugador frío y calculador en el paño verde, limpió las mesas tras remontar una temprana ventaja del panameño Javier Palacios (2-0), luego de hilvanar una seguidilla de ocho mesas con las que hizo que su adversario simplemente fuera un espectador más en las instalaciones de Billares Nelson.
Armado de un juego técnico, combinando una buena defensa con un certero pulso, López empató la partida a dos bando metiendo el nueve al romper la mesa y la siguiente la ganó de tacada, al encestar las nueve bolas.
De ahí en adelante el nica tomó control absoluto de la partida, mientras que Palacios perdía la concentración en su juego.
En su trabajo no hubo errores y supo aprovechar todas las oportunidades que le dio su oponente.
"No soy el gran jugador que dicen, me falta mucho por aprender en este juego y uno aprovecha las oportunidades y eso fue lo que hice. Él se descontroló y desperdició un par de tiros", dijo el nica que se llevó un premio en efectivo de dos mil dólares y la Copa Cerveza Atlas.
