Este arte marcial, practicado por mujeres, niños, jóvenes y personas maduras, tomó fuerza a principios de la década de los noventa, cuando Royce Gracie, hijo del gran maestro Helio Gracie, se convirtió en leyenda del ‘Ultimate Fighting Champioship’, en el que compitió, pese a ser el más liviano de todos (170 libras), con atletas de karate, kickboxing, sumo, boxing, tae kwon do y shootfighting. El resultado: victoria.
En Panamá, el jiu-jitsu, arte milenario, tiene su academia bajo la instrucción de Héctor Vásquez (cinturón chocolate), quien tiene más de una década de practicar esta disciplina.
Los practicantes aprenderán proyecciones, romper caídas y por supuesto, técnicas en el suelo (palancas, llaves, estrangulamiento, etc.).
"El jiu-jitsu es un arte sin violencia y los que vengan a la academia aprenderán de manera segura", dijo Vásquez.
Vásquez invitó al público para que conozca la Academia Gracie Barra de Panamá.

