No hay marcha atrás. Retener a Lionel Messi hubiera supuesto un riesgo demasiado elevado para un FC Barcelona ahogado económicamente y la institución está por encima “hasta del mejor jugador del mundo”, explicó ayer, viernes, su presidente, Joan Laporta, un día después de anunciar el sorpresivo adiós del astro argentino.
Todavía bajo el impacto de la noticia que ha sacudido al fútbol mundial, Laporta trató de explicarle a la hinchada por qué el futbolista más brillante de su historia dejará el Barça con 34 años de edad, pese a que su intención era quedarse. Ahora, el ganador de seis Balones de Oro estudia ya otras ofertas.
“Cuando hemos conocido a fondo la situación del club como consecuencia de la auditoría, da mucho respeto y no queremos poner más en riesgo la institución”, explicó Laporta, en una esperada comparecencia en Barcelona.
“No tenemos margen salarial. La gestión calamitosa de la junta anterior excedió el límite salarial”, añadió sobre la delicada situación del club, que pronostica unas pérdidas de casi 500 millones de euros (589 millones de dólares) en la temporada 2020/2021, más del doble de lo previsto.
Los números ahogan al Barça, que no consigue ajustarse al fair play financiero que le exige LaLiga española y tampoco le convence la millonaria entrada de un fondo de inversión en la competición, anunciado a comienzos de semana. Arrinconado, entre la viabilidad y su estrella, ha elegido salvarse.
“Tenemos una institución que tiene casi 122 años de historia y que está por encima de jugadores, incluso del mejor jugador del mundo”, lanzó el presidente, que regresó al club en marzo tras haber dirigido su etapa más gloriosa, la de un Messi y Pep Guardiola estelares, entre 2003 y 2010.
Laporta acababa así con las esperanzas de los más optimistas, que anhelaban que la ruptura aún tuviera solución aferrados a las semanas que todavía quedan de mercado.


