La consecuencia es que regresan a Boston con una desventaja de 0-2 en la serie de campeonato de la Liga Americana y con el fantasma de otra nueva eliminación, como sucedió la pasada temporada que se quedaron a seis outs de la Serie Mundial.
Boston tiene una tarea muy complicada, cuando hoy, viernes, la novena salte al legendario Fenway Park de la ciudad de Boston, para tratar de recuperarse de una desventaja, que en una serie de siete partidos se presenta más que difícil de poder superar y más si enfrente están los poderosos Yanquis.
El equipo de Boston, que desperdició a sus dos mejores abridores, Curt Schilling y el dominicano Pedro Martínez, en los primeros dos partidos jugados en el Yankee Stadium, tendrá que cifrar todas sus esperanzas en los serpentineros, Bronson Arroyo y Tim Wakefield.
Inclusive se hubiese un quinto partido tampoco podrían contar con Schilling, que tiene una lesión de tendones en el tobillo derecho y que fue una de las causas que le impidieron lanzar bien en el primer partido.
Su sustituto será Derek Lowe, de acuerdo a lo que manifestó ayer, jueves, el manejador de los Medias Rojas, Terry Francona.
Sin embargo, antes tanto Arroyo como Wakefield, el lanzador de los nudillos, deben conseguir cuando menos un triunfo para permitir que Boston siga con vida.
Arroyo, un derecho nacido hace 27 años en la localidad de Cayo Hueso, Florida, dejó una marca de 10-9 para la temporada regular, ganando sus cinco últimas decisiones de la campaña de forma consecutiva.

