Aunque fue rescatado a salvo luego de dos días de secuestro, el pelotero venezolano de Grandes Ligas Wilson Ramos afirmó ayer, sábado, que ahora teme más que nunca por sus familiares. “El estar a un solo paso de la muerte es algo que te cambia la vida, es algo no se puede olvidar”, declaró el receptor de los Nacionales de Washington.
“Nunca pensé que pasaría por algo así. Todavía no salgo de mi asombro, el daño psicológico es grande. Es todo muy difícil, tengo una familia que quiero, que amo, y ahora me preocupa más que nunca”, agregó.
El jugador venezolano, uno de los jóvenes pilares de los Nacionales, fue liberado a las 9:58 de la noche del viernes, casi 53 horas después que fue secuestrado de la casa de sus familiares en un barrio de clase obrera ubicado a las afueras de Valencia, en el estado central de Carabobo.
En la operación de rescate fueron detenidos cuatro plagiarios “que participaron directamente en el secuestro” y otras dos personas que se encargaron de su custodia y alimentación, dijo en rueda de prensa el ministro de Interior y Justicia, Tareck El Aissami. Entre los seis detenidos hay una mujer.
“No me hicieron daño físico, pero psicológicamente fue un daño muy grande el que recibí, fueron muchas palabras que me decían que me quitaban el ánimo de seguir viviendo”, confesó Ramos.
