MELBOURNE, Australia (DPA). Pequeña pero poderosa, la suiza Martina Hingis, hasta hace poco la mejor tenista del mundo, precisa hombres grandes y fuertes que le ayuden a superar su desventaja física.
Al igual que algunas de sus más musculosas rivales, como las hermanas Williams, Jennifer Capriati, Lindsay Davenport y la finalista de Melbourne 1999 Amelie Mauresmo, la joven suiza comenzó a entrenar con un hombre a fin de fortalecer su físico e imprimir mayor potencia a sus golpes.
Hingis, de 21 años, se ha destacado siempre como una estratega de la pista, sustituyendo el cerebro por la fuerza muscular en el calor de la batalla.
Pero tras no haber ganado ningún torneo Grand Slam desde 1999 en Melbourne y caer del primer en el ranking mundial el pasado otoño, al parecer ha decidido cambiar de sistema para intentar de nuevo el asalto a la cumbre.
La suiza comenzó bien este año al ganar el título en Sydney el pasado fin de semana. "Tengo que mejorar lo que era antes, porque ello apenas basta para mantenerme a flote", admitió la tenista de 1,70 metros y 59 kilos de pesos. "Ya no es suficiente contra las mejores raquetas femeninas", reconoció.
"Una siempre puede mejorar ciertas parte del juego, y creo que ahora me hallo en el buen camino", dijo, añadiendo: "Estoy jugando generalmente con chicos porque las bolas llegan con mayor potencia".
Durante las vacaciones navideñas en Suiza se entrenó en devolver los saques de algunos miembros del equipo nacional juvenil, y la semana pasada se buscó un oponente masculino en Sydney, donde ganó el evento.
Hingis es una de las muchas tenistas menudas que intentan fortalecerse para hacer frente a las potentes sacadoras. La belga Kim Clijsters, finalista del Abierto de Francia, utiliza a su novio Lleyton Hewitt como sparring en cuanto se le presenta la ocasión.
La estadounidense Alexandra Stevenson, de categoría media, viaja siempre en compañía de James Trotman, con quien siempre entrena.
Venus Williams, de 1,85 metros y 72 kilos, perfecciona sus golpes con ocasionales entrenamientos con hombres, con quienes entrenó en los dos torneos que disputó este año en Australia.
Mónica Seles es también preparada por un hombre, Mike Sell, desde el pasado verano.

