Llegó al Mundial de Rusia por la puerta de atrás, pero quizás eso tenga una explicación: en la fase eliminatoria de grupos de Europa tuvo que enfrentarse a las poderosas selecciones de Francia y Holanda. Eso solo era el comienzo de un largo camino.
Lo de Suecia es para mirar con lupa. Dejó en el camino a Holanda [tercera de grupo], pero no pudo con los franceses, lo que les obligó a ir por el repechaje contra la gran Italia. Aquel noviembre de 2017 había más expectativa por lo que sucediera con los italianos, que con los suecos.
El primer partido terminó 1-0 a favor de Suecia, mientras que el segundo 0-0, lo que clasificó a los vikingos a la gran fiesta del fútbol que tenía como escenario a Rusia. Como dato curioso el único en anotar en ambos enfrentamientos fue el centrocampista del AEK de Atenas, en Grecia, Jakob Johansson, quien hoy no está en el equipo luego que se le rompieran los ligamentos de una rodilla.
Poco se habló de la victoria de Suecia, más bien el punto mediático fue la derrota de Italia, la cuatro veces campeona del mundo. Luego el debate sobre el país nórdico se centraba en si su semidiós Zlatan Ibrahimović, quien había renunciado a la selección, regresaría. Algo que no sucedió, porque el técnico Jan Andersson no lo quiso así.
Probablemente, Andersson vio algo en su equipo que no lo llevó a convocar al provocador Zlatan. Quizás esos juegos contra Francia, Holanda o Italia le permitieron encontrar el funcionamiento deseado de equipo y en el que el autoproclamado “mejor jugador del mundo” no encajaba.
Sea cual fuese la razón, el capitán de la selección sueca, Andreas Granqvist, dejó algunas pistas esta semana sobre el éxito de su combinado, que sigue manteniendo un perfil bajo dentro del Mundial, incluso ahora que se enfrentará a Inglaterra en cuartos de final.
Para Granqvist la fortaleza de Suecia es su “unidad”. Algunos diccionarios definen la palabra unidad como la propiedad de lo que es “indivisible”, es decir, todo aquello que no se puede dividir en términos generales.
Entonces, tiene razón el capitán del equipo, porque eso fue Suecia en la fase de grupos de este Mundial al vencer a Corea del Sur, México y luego en octavos a Suiza. Como se recordará perdió ante Alemania en el minuto 94, en fase de grupos, con una obra de arte en un tiro libre del mediocampista bávaro Toni Kroos. Aunque eso no los desmotivó en su andar por tierras rusas.
Suecia es de esos equipos de los que nadie habla, bien ordenados, prácticos, poco mediáticos y para algunos hasta aburridos. Ahora también sale a relucir como una de sus características su “unidad”, la cual necesitarán en abundancia para hacerle frente a la selección inglesa de Harry Kane, el goleador de este Mundial.
Al final lo que hace Suecia es sumar la s individualidades de sus jugadores para potenciar a su equipo. Dicho de otra manera, los escandinavos entienden al pie de la letra el concepto básico del fútbol, la disciplina deportiva por excelencia que pondera el trabajo en conjunto.
Y sino pregúntenle a los solistas Cristiano Ronaldo de Portugal o Lionel Messi de Argentina, quienes están ya de vacaciones tras quedar fuera del Mundial en la fase de octavos de final.
Termino recordando que lo de la selección escandinava no es casualidad. Fue finalista de la Copa del Mundo de 1958, en la que sucumbió ante la Brasil del entonces adolescente Edson Arantes do Nascimento, Pelé.
Además, en 1950 y 1994 obtuvo el tercer lugar de este certamen futbolístico. También se puede mencionar que alcanzó un cuarto lugar, una asistencia a cuartos de final y otras dos veces a octavos. En otras palabras, son 11 participaciones que la convierten en un asiduo de los mundiales .
Puede que nos guste o no su estilo, los vikingos siempre estarán allí siendo un robusto equipo y una gran unidad. ¡Qué viva el fútbol!
El autor es Periodista
