A medida que los pedidos de restricciones a las importaciones chinas baratas alcanzan un punto álgido en Washington, algunos de los mayores productores norteamericanos de aluminio están abogando por suavizar las medidas.
Alcoa Corp. instó a Estados Unidos a conversar directamente con China para asegurar que la sobreproducción deje de inundar el resto del mundo. Río Tinto Group también abogó por una solución negociada.
Arconic Inc., uno de los mayores productores estadounidenses de piezas de aluminio para automóviles y aviones, advirtió que acciones sobre las importaciones de metales brutos podrían interrumpir la cadena de suministros.
Representantes de las tres compañías, junto con otros presionan por la aplicación de aranceles a lo que dicen son envíos chinos a precios desleales que buscan determinar si las importaciones del metal amenazan la seguridad nacional.
No está claro lo que podría significar un resultado afirmativo para los aliados estadounidenses, en particular Canadá, que suministra alrededor del 42% del aluminio que allí se consume.
“No deberíamos tratar de distorsionar el mercado de nuevo en cumplimiento”, dijo Matt Aboud, presidente de Hydro Aluminium Metals USA, en la audiencia.
El presidente ejecutivo de Century Aluminium Co., Mike Bless, pidió aranceles “significativos” sobre el aluminio no canadiense.
Bless instó el año pasado a Estados Unidos a presentar una queja a la Organización Mundial del Comercio, alegando que China estaba subsidiando ilegalmente su industria del aluminio, causando un exceso mundial del metal.
