La empresa Trans-Ibérica presta los servicios de lancha en el puerto de Balboa, que opera y administra Panamá Ports Company. Entre sus funciones está la de traslado de personal naviero desde el puerto hasta las embarcaciones que se mantienen ancladas en el lugar.
El subsecretario del sindicato, Ernesto Ayarza, afirmó que la empresa inició una persecución contra unos 20 trabajadores que según él "ya se habían inscrito en el gremio".
Según Ayarza, la empresa inició la persecución contra los trabajadores luego de que éstos presentaron ante el Ministerio de Trabajo un pliego de violaciones a sus derechos laborales y una solicitud de convención colectiva, ya que no cuentan con este documento.
No obstante, Roberto Rodríguez, gerente general de Trans-Ibérica dijo que la dirigencia sindical engañó a un grupo de trabajadores obligándolos a firmar un papel que luego lo utilizaron para afiliarlos al sindicato.
Después de estas acciones, dijo Rodríguez, los dirigentes del sindicato se han dedicado a amenazar a los trabajadores que aún laboran en la empresa y se han negado a aceptarles la renuncia del sindicato. Como si esto fuera poco, añadió, lo han amenazado a él físicamente, por lo que ha preferido resolver este problema laboral en el Ministerio de Trabajo.
No obstante, Rodríguez reconoció que despidió a unos seis trabajadores "porque le estaban haciendo daño al resto del personal".
Explicó Rodríguez que a estos trabajadores se les canceló todas sus prestaciones laborales, pero ellos tienen todo el derecho de reclamar algún pago adicional ante los tribunales.

