Los vehículos del año 2010 dependerán menos de los carburantes fósiles y podrán circular sólo con hidrógeno, que al transformarse en agua en la llamada "célula de combustible" del auto producirá la energía necesaria para desplazarlo, anunció la compañía francesa PSA Peugeot Citroen.
La escalada de los precios del combustible y la preocupación creciente por el medio ambiente han movido a la industria automovilística a buscar alternativas que aseguren la movilidad en el futuro.
La célula de combustible, en cuyo desarrollo y aplicación a esta industria trabaja la mayoría de los fabricantes automovilísticos europeos desde hace más de diez años, hará posible que se produzca energía eléctrica en los propios vehículos.
