México importa cada vez más alcohol etílico para adulterar bebidas, lo que está poniendo en riesgo a los fabricantes tradicionales de bebidas y licores, según cifras dadas a conocer por un organismo del sector.
La mitad de todas las bebidas alcohólicas comercializadas en México es fraudulenta y no cumple con los niveles de calidad exigidos, dijo a DPA el portavoz de la Comisión para la Industria de Vinos y Licores (Civyl), Fernando González.
En 2004 se importaron 114.8 millones de litros de alcohol etílico, lo que representa un incremento del 1,509% desde 1998.
Según detectó la comisión, en especial en los bares y en las discotecas, las botellas de bebidas tradicionales se "engordan" con alcohol barato, pero también se han descubierto vinos y licores adulterados en supermercados.
La causa, dice González, es principalmente el alto precio de las marcas comerciales. "Por cada botella se va el 72% al fisco. Esto crea un mercado atractivo para los ‘piratas’, señala.
Desde hace años los fabricantes de vinos y licores vienen sufriendo una drástica caída de ingresos debido al retroceso de las ventas de ron, tequila y brandy auténticos.
La competencia desleal no sólo pone en peligro el futuro de la industria establecida, sino también la salud de los consumidores.
Según el legislador Elías Miguel Moreno, en distintos hospitales se han detectado muertes por problemas gastrointestinales vinculados con el consumo de bebidas alcohólicas sin una adecuada preparación.
