Del Amero se viene hablando en Norteamérica desde hace más de una década, porque la idea de una unión monetaria entre Estados Unidos (EU), Canadá y México, fue asumida por muchos como el paso lógico siguiente a la consolidación de la integración comercial de los tres países, luego de la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta, en inglés) en 1994.
Pero al sur del continente poco se sabe de esta iniciativa, que ha sido respaldada principalmente por académicos y políticos liberales de esa región, pero que aún no se discute oficialmente en las altas esferas del poder.
El rumor de que Vicente Fox, cuando se desempeñaba como presidente de México, firmó con su homólogo estadounidense George Bush un acuerdo para dar paso al Amero (Nafta-Plus), que tanto ha circulado por la internet, no ha sido confirmado hasta ahora por ningún vocero oficial.
Sin embargo, las crisis cambiarias que han sufrido México y Canadá y la devaluación que ha tenido el dólar en los últimos siete años frente al euro (69% desde noviembre de 2000), han traído el tema de nuevo a la palestra y los argumentos a favor y en contra no se han hecho esperar.
"Una unión monetaria como la propuesta reducirá la amenaza de que el dólar norteamericano pierda su preponderancia en caso de que el euro desplace al dólar en el resto del mundo", destaca Herbert Grubel, profesor de la Universidad Simon Fraser de Canadá.

