En un sentido importante, su investigación confirma que mis alumnos tienen razones para estar preocupados, pero esas tendencias suelen persistir dentro de las profesiones, las industrias y los niveles pedagógicos de conocimientos, con lo que sirven de poco para saber qué profesión elegir o qué cantidad de estudios seguir.
Según Levy y Murnane, lo importante es que las carreras profesionales más prometedoras en el futuro serán las relacionadas con el pensamiento experto o las aptitudes para las comunicaciones complejas.
El pensamiento experto consiste en entender cómo abordar problemas nuevos y diferentes que no encajan en el molde de los problemas del pasado. Las aptitudes para las comunicaciones complejas entrañan la comprensión de las ideas, cómo evaluar su importancia social y cómo persuadir, tareas que no puede desempeñar ninguna computadora.
Mientras los jóvenes dirijan sus esfuerzos en ese sentido, pueden adquirir dichas aptitudes en cualquiera de los principales cursos universitarios.
Además, los que prefieran dedicar sus años universitarios a la adquisición de aptitudes técnicas en un ámbito reducido que les guste se equivocarían, si sacaran la conclusión de que deben renunciar a su sueño. Especializarse en actividades empresariales y financieras o jurídicas no protege de verdad contra la mercantilización. Los profesionales de esas esferas son comprados y vendidos en última instancia por los directores de empresas tanto como los de las esferas técnicas. En el mundo de los negocios casi nadie llega hasta la cima.
El detalle más importante que los estudiantes deben tener presente es que deben estar motivados para lograr una comprensión profunda, y no el aprendizaje memorístico de las materias que estudien para desempeñar la función de auténticos expertos en la esfera que acaben eligiendo. Al mismo tiempo, deben invertir en la adquisición de aptitudes de comunicación, que asimismo serán decisivas para una carrera lograda.
Los estudiantes deben dejar de preocuparse tanto, sumirse en la esfera que les guste y aprender a apreciar a las personas que forman parte de ella. Lo que puede parecerles un lujo inalcanzable es, en realidad, una necesidad que no pueden permitirse el lujo de rechazar.
