Matthew Lynnnegocios@prensa.com ¿En busca de un buen Monet para colgar en la pared? ¿O una propiedad en alguna de las mejores partes de Londres? ¿O simplemente está armando una buena bodega de vinos? No importa cuánto dinero esté ganando en este momento, la triste verdad es que muchas de las cosas que usted más ansía podrían muy bien seguir atormentadoramente fuera de su alcance.
Mientras los directivos de los bancos centrales de todo el mundo se preocupan por la amenaza de la inflación, la gente con quienes más hablan -banqueros, agentes de bolsa y gestores de fondos de cobertura- debe lidiar con sus propios asuntos de costo de vida.
Aunque nunca hubo un mejor tiempo para ser rico, tampoco hubo nunca un peor momento para ser realmente rico.El World Wealth Report (Informe de la Riqueza Mundial), publicado anualmente por Cap Gemini SA y Merrill Lynch & Co., mostró el mes pasado que la gente más rica está haciendo sumas extraordinariamente grandes de dinero. Pero también mostró que las cosas que a ellos les gusta comprar se ponen cada vez más caras.
El Índice del Costo de Vivir Extremadamente Bien, que publica la revista Forbes y que cubre una cesta de rubros de lujo (bolsos de diseñador, una caja de Dom Perignon, mandar a los chicos a Harvard, ese tipo de cosas), señala que el costo de los bienes de lujo subió el año pasado al doble de la velocidad de los productos de consumo de todos los días. Ese índice avanzó 7%, mientras que el índice británico de precios al consumidor, que mide el valor de productos que compra la gente común, trepó menos de 3%. Pero ese es tan solo un ejemplo.
Por las nubes
Los precios de las propiedades en Londres, y otros lados donde se congregan los extremadamente ricos, están por las nubes. El precio promedio de una casa de lujo en el índice mensual compilado por el agente de bienes raíces Knight Frank LLC, que mide siete de los distritos más caros de Londres, es ahora de 5 millones de libras (10.2 millones de dólares). Un departamento medio cuesta 2.5 millones de libras (5.1 millones de dólares). Una casa típica ha subido al menos 100 mil libras (205 mil dólares) cada mes desde septiembre de 2006.
El problema no termina cuando logran comprarse la casa ¿Y las obras de arte para adornarla? Allí, prepárese para firmar algunos cheques grandes. En una reciente subasta en Londres, una escultura de Auguste Rodin se vendió por siete veces la estimación más alta, mientras que una pintura de Eric Bulatov reunió seis veces su valor estimado.
¿Qué me dice de una bodega de vinos? Nuevamente, le costará más de lo que solía. Según el índice Liv-ex.com, la referencia para el precio de los vinos finos, los precios se están disparando: el índice trepó 9.2% solo en abril, y 57% en 12 meses. Una botella de Lafite Rothschild 2003 aumentó a 5 mil 200 libras (10 mil 600 dólares) en abril desde 4 mil 275 libras en marzo, según Liv-ex.
Almuerzo con Buffett
Hasta almorzar con el legendario gurú de las inversiones Warren Buffett se ha encarecido. La subasta anual de caridad por compartir una comida con el Sabio de Omaha recaudó este año 650 mil 100 dólares, frente a 620 mil 100 dólares el año pasado (y a ese precio, uno podría también descorchar dos botellas de Lafite).
Así que ¿qué es lo que pasa? La respuesta: hay una enorme cantidad de dinero circulando. "El vino es el último acto en la creación de riqueza", dijo James Miles, el director de Liv-ex. "Todos podemos mirar las listas y ver la cantidad de multimillonarios que han surgido. Los productos más finos han subido 120% en los pasados dos años, pero creo que todavía estamos en la etapa temprana del mercado alcista de vinos".
Los ricos no solo se han vuelto más ricos, también están creciendo en números. Todo esto surge del informe de Cap Gemini. El número de millonarios subió 8.3% el pasado año, y ahora suma 9.5 millones de personas en todo el mundo. Eso es suficiente para llenar un país pequeño. En un mundo caracterizado por el crecimiento rápido, la globalización y los mercados financieros benignos, eso no va a cambiar en breve. Las filas de los ricos seguirán creciendo.
Demanda supera oferta
Hay dos problemas que los riquísimos deben enfrentar. Primero, al nuevo dinero le gusta emular al dinero viejo, de modo que las cosas que los ricos quieren comprar están por ahí hace tiempo. Ya no construyen casas con frente de estuco en Belgravia, Monet ha colgado su pincel hace mucho y lleva tiempo producir unos pocos galones de Lafite Rothschild. No importa cuánto suba la demanda, la oferta no puede aumentarse.
Segundo, tras los primeros 300 mil dólares, que sin duda son suficientes para satisfacer la mayoría de los deseos humanos, lo que a los ricos realmente les interesa es lo que los economistas llaman "bienes de posición". Quieren cosas que demuestren al mundo cuán ricos son. Inevitablemente terminan compitiendo contra todos los otros nuevos ricos por un número relativamente pequeño de ítems.
Por ambas razones, la demanda superará a la oferta, y no se necesita ser economista para saber que los precios seguirán subiendo.
El autor es columnista de Bloomberg News
